Amelia

Amelia Earhart fue una pionera en el mundo de la aviación que, tras su dramática y misteriosa desaparición en aguas del Pacífico se convirtió en un auténtico mito. Amelia fue una mujer valiente, soñadora, dispuesta a demostrar al mundo que podía alcanzar el cielo con su talento.

En 2009, resucitó de la mano de la actriz Hillary Swank que se puso en la piel de la aviadora en la película Amelia. En la cinta está acompañada por dos grandes de la pantalla, Richard Gere, en el papel de su marido y manager, George P. Putnam, y Ewan McGregor, interpretando a Gene Vidal, un piloto del que fue amante.

La película tiene como hilo conductor el último viaje que Amelia realizó en 1937, en el que pretendía dar la vuelta al mundo en su avión. Mientras Amelia va superando las distintas etapas del camino, recuerda su vida, desde que de pequeña soñaba con surcar los cielos, hasta convertirse en la novia de América y enamorar a todos con su carisma como mujer piloto.

La cinta recrea sus grandes hazañas, desde su primer viaje atravesando el Atlántico, intercalando imágenes reales de la época y otras recreadas en blanco y negro que le dan a la película un aire de credibilidad. A lo que se añade la magnífica interpretación de Hillary Swank quien se mete en la piel de la aviadora de tal modo que llega un momento que parece que estás viendo a la verdadera Amelia.

Además de repasar los principales hitos en su carrera como aviadora, Amelia es un retrato de la personalidad libre y soñadora de la mujer. A lo largo de la película, se indaga en sus miedos y en sus anhelos mientras aborda su relación con el que fue su esposo, perfectamente interpretado, como no podía ser menos, por Richard Gere.

Una de las escenas que más me ha gustado de la película es la recreación de la relación de amistad entre la piloto y Eleanor Roosevelt, con quien voló desde Washington a Baltimore.

Amelia es una película preciosa, que recupera con gran fidelidad histórica, la vida de una mujer que desapareció mientras quería alcanzar su sueño.