Ágora

Cuando el Imperio Romano daba sus últimos coletazos, en Alejandría el mundo parecía venirse abajo. Las luchas entre cristianos, judíos y paganos llegaron a ser extremadamente violentas. En aquel mundo que se desmoronaba, una muchacha vivaz, con ansias de saber, obsesionada con las estrellas y sus movimientos, apasionaba con sus estusiastas palabras. Hipatia había dedicado su vida a la ciencia. Pero la sinrazón terminaría brutalmente con su vida.

Ágora es una preciosa recreación histórica de la vida de Hipatia de Alejandría, filósofa, astrónoma y científica de la Antigüedad que se convirtió en una reconocida maestra de ciencia. A pesar de que su obra fue destruida, se sabe que Hipatia escribió varios textos científicos y filosóficos además de inventar artilugios para su estudio científico.

La película nos acerca a la personalidad de aquella mujer fuerte que se enfrentó a un mundo que no estaba preparado para aceptar una mente preclara como la suya en un cuerpo femenino. Hipatia sufrió la misoginia del cristianismo recientemente instaurado como religión protegida del Imperio Romano. Pero hasta su brutal asesinato a manos de los seguidores del obispo Cirilo, Hipatia fue fiel a su vida y a sus creencias.

En el film se entrelazan su historia con la de otros personajes históricos como el mismo Cirilo, el prefecto Orestes o su padre, Teón de Alejandría, un hombre sabio que no dudó en dar a su hija una educación del todo excepcional para una niña de su tiempo. A los nombres reales se incorporan otros ficticios que dan más dramatismo si cabe al relato. La figura del esclavo Davo, enamorado de su ama, es clave para la narración de la película.

La película de Alejandro Amenábar es un hermoso homenaje a una mujer excepcional, a aquel soplo de aire fresco a aquella luz de conocimiento que iluminó aunque fuera levemente un mundo oscurecido por el fanatismo religioso. Me ha encantado el papel de Raquel Weiz, quien da vida a Hipatia con gran frescura, con dulzura, con grandeza.

Hacía mucho tiempo que quería ver esta película. No me ha decepcionado. Todo lo contrario. Me ha emocionado. Me ha atrapado. Un canto a la belleza del saber aunque su musa fuera una mujer.