La publicación de El origen de las especies a mediados del siglo XIX sacudió los cimientos de la ciencia y de la religión. Charles Darwin puso sobre la mesa una nueva versión sobre el origen del mundo y del ser humano. Una obra que también puso en jaque la hermosa relación de amor entre el científico y su esposa, Emma Darwin. Prima de Charles, Emma fue un apoyo a su agotamiento extremo y a sus episodios depresivos. El matrimonio llegó a tener diez hijos, de los cuales dos no sobrevivieron a la infancia. La muerte de Anne, con diez años, provocó una profunda tristeza en Charles quien perdió la fe en Dios.
La duda de Darwin recrea la historia de Charles (Paul Bettany) y Emma (Jennifer Connelly), su vida tranquila hasta que la muerte de Anne destroza la felicidad conyugal y sume al científico en la oscuridad. La cinta explica también el proceso de creación de la obra que lo convertiría en el científico inmortal que fue, sus dudas sobre la idoneidad de publicarlo y la controversia entre él y Emma, profundamente creyente, mientras que Anne, mientras aún vive, es castigada por apoyar las ideas de su padre.
La cinta da trepidantes saltos en el tiempo enlazando el pasado con el presente de manera magistral. Profundiza en la tristeza y la desesperanza y en cómo el amor y el profundo respeto entre Charles y Emma fueron el arma más infalible para superar las adversidades de la vida.
La duda de Darwin es la historia de una sanación, de la lucha de un hombre y una mujer por encontrar su lugar en el mundo y en el más allá. Precioso cómo se recrea la decisión final de publicar, o no, la obra cumbre de Darwin, quien puso dicha decisión en manos de su amada esposa.
Una película magníficamente ambientada, intimista, que nos transporta a la vida privada de un hogar de la Inglaterra victoriana y nos muestra la personalidad de un personaje clave en la historia de la humanidad y su fiel y determinante compañera.
Sandra Ferrer Valero 